jueves, noviembre 30, 2006

Olvido

Recuerdo haberme quedado dormido de tanto jugar, jugar y jugar.
Recuerdo haberme quedado dormido, acunado por la violencia instantánea de un sol eterno.
Recuerdo haberme quedado dormido, indefenso, entre los brazos indefensos de una diosa.
Recuerdo haberme quedado dormido, tiritando, sobre la fría encimera de la estupidez.
Recuerdo haberme quedado dormido, olvidando la brutal necesidad de existir.
Recuerdo haberme quedado dormido, dudando y retando a los sueños.
Recuerdo haberme quedado dormido con la palabra en la boca (o en una boca).
Recuerdo haberme quedado dormido amándote.

Pero no recuerdo haber despertado.

Todavía no.

miércoles, noviembre 22, 2006

Naufragio


"Mejor será que el futuro se avergüence de vernos naufragar por querer hacerlo más bello"

Angel Crespo

lunes, noviembre 20, 2006

Peces voladores

No abandonamos la superficie porque no sabemos respirar el oxígeno de las profundidades.

No abandonamos la superficie porque no sabemos aprovechar el aire para elevarnos y volar.

Allí pegados, concluimos que nuestra naturaleza es superficial.

Pero nuestra vocación es la de sumergirnos en el mar,
penetrar los cuerpos celestes,
explorar las mentes,
reinventar las almas,
recorrer los sueños,

martes, noviembre 14, 2006

Amor de primera instancia

Habíamos llegado a un punto donde lo contradictorio se parecía mucho a lo necesario y lo esencial no admitía demoras.

Nos sentíamos alcanzados por un mensaje sencillo, desprovisto de ayudas externas, alejado del prestigio del autor y podado de cualquier vestigio de belleza.

Viajábamos en un tren lanzado hacia el centro de los sueños y el maquinista se partía de risa.

Sudoroso.

viernes, noviembre 10, 2006

Rhythm & blues

Decía Octavio Paz que, “el ritmo no es una medida del tiempo, sino una visión del mundo”.

Tal vez por eso, abandonamos, al dormir, la tiranía que nos impone el tiempo, la vorágine que nos impide coger el ritmo necesario para ver el mundo soñado.

Si dormir puede parecer (a algunos insensatos) “perder el tiempo”, despertar puede significar “perder el ritmo”.

Ese ritmo que destila nuestro cerebro cuando se guisa en su propio jugo. En su propio sueño.

lunes, noviembre 06, 2006

¡Ay, vida!

Siento tu presencia ocasional
como ausencia permanente,
tu mirada de espejo
como escudo impenetrable,
tu belleza estruendosa
como velada respuesta de tus sueños.


Tus sueños,
encriptados susurros de mis pasos.

Mis pasos,
vacilantes deudores de tus besos.

viernes, noviembre 03, 2006

Una luz cegadora, un disparo de nieve

Se ha dicho que la sabiduría consiste en dominar la distancia.

La misma luz que nos ilumina, a corta distancia nos ciega.

Al despertar, intentamos tomar distancia, pero los sueños siguen viviendo en nuestro interior.

Ellos nos ciegan.

Hacia el olvido.

Hasta la muerte.